El equipo de Spalletti, que jugó con una camiseta dedicada a Maradona, se mantiene invicto y también en cabeza gracias al empate del Milan en el derbi
Gio Simeone, en estado de gracia, marcó su noveno gol y, aunque Di Lorenzo igualó rápido, los postes impidieron a los partenopeos ganar a un rival que acabó con nueve
El Nápoles pinchó ante el Verona en casa (1-1) pero sigue líder de la Serie A por mejor diferencia de goles ya que el Milan también igualó en el derbi ante el Inter. El equipo de Luciano Spalletti se mantiene invicto, pero cedió su segundo empate en 11 jornadas y no pudo celebrar otro triunfo en un partido que disputó con una camiseta dedicada a Diego Maradona, fallecido el 25 de noviembre de hace aun año.
Por su parte, el Verona de Igor Tudor, décimo en la tabla, prolonga su buen momento, como demuestra el hecho de que en las últimas cuatro jornadas ha sido capaz de ganar a Lazio (2-1), a la Juventus el pasado fin de semana y hoy empatar en el estadio Diego Maradona.
Gio Simeone pone fin a la imbatibilidad de Ospìna
El partido se le puso cuesta arriba al Nápoles en el minuto 13 en un gran acción por la derecha de Antonin Barak, que sentó a Mario Rui y centró desde la línea de fondo para que Gio Simeone, en pugna con Amir Rrahmani, pusiera la punta de la bota para batir a David Ospina.
Es el primer gol que encaja el meta colombiano en 435 minutos en la Serie A y el noveno de un Gio Simeone en estado de gracia. El hijo del ‘Cholo’, entrenador del Atlético Madrid, lleva 7 tantos en los últimos 9 partidos y es el segundo máximo realizador del campeonato tras Ciro Immobile (Lazio).
Reacción fulminante del Nápoles
Pero este Nápoles de Luciano Spalletti tiene carácter, orgullo, espíritu combativo y reaccionó de inmediato con el gol del empate. Fabián Ruiz puso un pase en el área al lateral Giovanni Di Lorenzo, cuyo potente disparo se coló entre las piernas del meta Lorenzo Montipò (18′).
El partido se convirtió en un espectacular pulso a un ritmo altisimo entre dos equipos intensos en la presión y valientes para lanzarse al ataque. Barak y Gianluca Caprari, apoyados por el siempre amenazante Simeone, crearon problemas a la defensa del Nápoles, debilitado por el eje debido a las bajas del lesionado Konstantinos Manolas y el sancionado Kalidou Koulibaly, expulsado la jornada anterior ante la Roma.
Osimhen, al poste
Por su parte, la ofensiva del Nápoles corrió a cargo de Matteo Politano, Lorenzo Insigne y Victor Osimhen. El nigeriano tuvo la mejor ocasión de la primera parte, al margen de los goles, tras recibir de Politano, en un palmo de terreno se pasó el balón con la derecha a la izquierda para soltar a la media vuelta un disparo que repelió el poste (42′). Un movimiento soberbio que mereció el gol.
En la segunda mitad se mantuvo el equilibrio de fuerzas, aunque ya con más centrocampismo y contadas ocasiones claras ya que Nápoles y el Verona de Igor Tudor extremaron su atención defensiva. Aún así, Barak heló a la grada con un chut cruzado que no pudo ajustar lo suficiente y atajó Ospina (68′).
Daniel Bessa, que entró en el 75′, dejó en inferioridad al Verona al ver dos amarillas en ocho minutos, la segunda en el 88′ por una patada a Eljif Elmas.
Mertens, al poste y el Verona acaba con nueve
Dries Mertens, otro jugador de refresco, tuvo el triunfo pero el poste negó el gol por segunda vez al Nápoles al repeler en el descuento el lanzamiento de falta del belga.
Nikola Kalinic, como Bessa, duró poco en el campo ya que ingresó en el 84′, vio una amarilla en el 86′ y se hizo expulsar en el 93′ por dos manotazos, el segundo a Mario Rui, pero el Verona resistió con nueve jugadores.
