El equipo costasoleño ganó al Tenerife con un gol de penalti y sigue invicto ante sus aficionados
El Málaga continúa invicto como local al ganar al Tenerife por 1-0 con gol de penalti del delantero Brandon Thomas en la primera parte, en un partido donde el conjunto malagueño supo rentabilizar el tanto del jugador mallorquín frente a un equipo tinerfeño, que dispuso de sus ocasiones, pero que falló en los metros finales cortando una racha de tres victorias y un empate.
La presión ejercida por el conjunto blanquiazul en los primeros instantes del encuentro sorprendió al equipo tinerfeño, que incluso concedió un gol del lateral izquierdo Javi Jiménez, que fue anulado por fuera de juego de su compañero el centrocampista Jozabed Sánchez. Fue el primer aviso de los locales, que con un juego combinativo por la bandas, superaba a su rival en todos los aspectos.
El Tenerife se fue desperezando poco a poco y el trío Víctor Mollejo; Elady Zorrilla, máximo goleador con cinco tantos, y Enric Gallego, fabricaron la primera acción de peligro, que no tuvo consecuencias para el Málaga.
El dominio del equipo tinerfeño empezó a ser inquietante, muy bien posicionado en el campo, sin espacios al rival, y con varias ocasiones que se quedaron sin gol. Seguidamente, en el minuto 13, una entrada en el área grande del delantero Brandon Thomas, con caída incluida, señala el colegiado Sánchez López, penalti, que tras revisarlo el Var, concede la pena máxima que la anota el propio punta mallorquín.
El decorado cambió, el partido se volvió más tosco, aunque el Tenerife siguió insistiendo buscando el empate y el Málaga defendiendo e intentando controlar el ritmo con su superioridad en el marcador y con el preciosista Jozabed, canalizador entre líneas del juego malaguista, con pases a los puntas como Brandon y Roberto Fernández.
El Málaga llegó al descanso con el 1-0 reflejado, aunque en los instantes finales, con algo de presión, metió al Tenerife en su área y propició alguna ocasión de Brandon, muy activo, que desbarató la defensa tinerfeña.
En la segunda parte, el Tenerife adelantó más las líneas buscando la igualada, pero el Málaga controlaba el encuentro, a su ritmo, buscando las bandas, donde estaban situados Paulino de la Fuente y Brandon Thomas, rápidos y con un trabajo incansable, intentando encontrar algún compañero como Roberto y Jozabed, que pudieran finalizar ante la portería de un nervioso Juan Soriano, que volvía al que fuera su estadio la pasada temporada.
El técnico del Tenerife, Luis Miguel Ramis, buscó más poder ofensivo con la salida de Mellot y el inglés Shashoua, y su homólogo en el Málaga, José Alberto López, controlar el centro del campo con la entrada de Ramón Enríquez por Jozabed.
El encuentro iba entrando en la faceta fatídica, en los últimos minutos, con el Tenerife volcado en el área malaguista, pero sin resultado, con problemas para encontrar rematador a los servicios de Shashoua. El Málaga defendía con pasión el resultado favorable, metido prácticamente en su campo, con jugadores de refresco, que finalmente dio su resultado con la victoria final por el raquítico 1-0.