Categoría: La Liga

El Atlético de Madrid ya está en plena configuración del proyecto 21/22 en el que defenderá el título de LaLiga. La dirección deportiva, de acuerdo con el cuerpo técnico colchonero y los gerentes del club, dejó perfiladas las operaciones que había que acometer en este mercado de verano.

No se esperan demasiadas incorporaciones y tampoco muchos movimientos, pero si se dan -porque hay jugadores que buscan salida-, el club tendrá que salir a fichar jugadores. Uno de los puestos que lleva varias temporadas sin reforzarse es el del lateral izquierdo, donde sólo tiene Renan Lodi (antes Filipe Luis) como futbolista con esa demarcación nata.

Simeone se reinventó durante la pasada temporada para solucionar este asunto. Primero con defensa de cinco, con Carrasco como carrilero, pero luego también echando mano de Mario Hermoso como lateral izquierdo. No parece el mejor de los escenarios y el Atlético necesitaría un carrilero zurdo que compitiese con Lodi.

En la pasada temporada se intentó por Mathías Olivera, jugador del Getafe. El Atlético llegó a hablar con el cuadro azulón por el uruguayo pero no llegó a las pretensiones que tenía Ángel Torres . En este contexto, teniendo en cuenta que el Atlético ha sufrido como el resto de clubs el recorte de ingresos generado por el Coronavirus, las prioridades se centran en otras posiciones.

Entre otras cosas, porque el Atlético cuenta con un lateral izquierdo que podría hacer las veces de meritorio. Hablamos claro de Manu Sánchez. El canterano ha cuajado una segunda parte de la temporada primorosa en su cesión en Osasuna. Mejorando incluso el ratio de asistencias por minutos jugados que los propios laterales del cuadro colchonero.

LA SITUACIÓN DE MANU SÁNCHEZ

El caso es que su situación es uno de los temas a abordar. El futbolista ha sido muy feliz en Pamplona y Osasuna, según el ‘Diario de Navarra’ ha solicitado una nueva cesión al cuadro colchonero. El equipo pamplonica desea contar una temporada más con el lateral izquierdo. Para él, tras su buena experiencia en estos meses, sería una gran oportunidad poder desarrollarse una temporada más en un equipo de Primera división donde sí que cuenta con la confianza del técnico, en este caso Jagoba Arrasate.

Pero el Atlético también tiene su propia agenda en este sentido y todo pasa por saber si puede reforzarse en esta posición o si Simeone asume que, entre las necesidades que hay, la que se puede sacrificar como en temporadas anteriores es la del lateral zurdo, porque se podría tirar una temporada más con alternativas como las que ya se dieron durante la pasada campaña.

El futbolista desea continuar en Osasuna si finalmente no va a contar para Simeone. En la pasada campaña, tras sus primeros 45 minutos en Vigo, donde le dio una asistencia a Luis Suárez, desapareció por completo de los planes del Cholo hasta el punto de que se le buscó salida en el mercado de invierno, con la mencionada cesión.

El Atlético de Madrid de la temporada 21/22 será un equipo de continuidad. No esperen los aficionados, salvo que el mercado se vuelva loco y obligue a los colchoneros a salir al mercado con todo, que haya muchas caras nuevas en la temporada venidera.

En el Atlético tienen claro que la apuesta por el actual bloque, especialmente en un momento como el actual de bajón de los ingresos de los equipos por la crisis del Coronavirus, será lo más razonable.

El propio presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, así lo confirmó en los micrófonos de Radio Marca. “El Atleti 2021/22 no va a ser muy distinto al actual. Tenemos un equipo joven y de categoría. Será de continuidad”, señalaba el mandatario para añadir: “¿Fichajes? No podemos gastar más de lo que ingresamos. Ahí dependemos mucho de la pandemia”, explicó el mandatario.

Y en este sentido, los planes que tiene el equipo colchonero es sobre todo por apostar por lo que ya hay, reforzarlo. Y eso pasa por mejorar algunos contratos, el más claro el de Marcos Llorente, que ha hecho un temporadón y detrás del que están los grandes de Europa. La idea es hacerle inalcanzable para todos.

El club respira tranquilo tras escuchar de propia voz de los protagonistas que jugadores como Luis Suárez, Joao Félix o Giménez han anunciado que no tienen intención de moverse. Especialmente importante era el asunto del delantero uruguayo, clave en la consecución del título con sus 21 goles.

PENDIENTES DE LA DELANTERA

Eso no quita que el Atlético vaya a tener que salir al mercado a por un delantero, porque Dembélé no seguirá. El equipo rojiblanco está cojo en esa demarcación. Milik, André Silva… Son varios los nombres que han sonado para complementar la delantera.

Pero claro, siempre a expensas de lo que suceda en un caso como el de Álvaro Morata, que es propiedad del equipo rojiblanco. Todo hace indicar que seguirá en la Juventus, con lo que el equipo colchonero tendrá que buscar en el mercado. El asunto del madrileño trae a la palestra otra de las cuestiones que tendrá que tratar el Atlético, que es el asunto de los cedidos. Tiene varios futbolistas repartidos por el globo con los que habrá que tomar decisiones. Hablamos de los Arias, Nehuén, Mollejo, Sanabria y compañía.

Las otras posiciones que preocupan ahora mismo al equipo son las de los laterales y un mediocentro. Una vez que Torreira no seguirá, el equipo colchonero necesitaría un efectivo en esa zona aunque no sea de las necesidades más imperiosas en este momento para el club.

Los laterales sí que lo son. En el derecho, porque se ha demostrado que con sólo Trippier no se puede tirar (Vrsaljko no termina de salir de sus problemas físicos). Ahí, el regreso de Arias podría tener algo que decir, pero llegaría tras una temporada en blanco por una gravísima lesión. Y por supuesto, el lateral izquierdo, donde el Atlético ha estado buscando efectivos en los últimos tiempos, sin llegar nunca a firmar a nadie. La buena campaña de Manu Sánchez en Osasuna puede valerle el regreso. Si no, habría que buscar fuera.

Lo que podría haber sido una tarde para el título se convirtió en una tarde para el sufrimiento. Al más puro estilo Atlético de Madrid , perdiendo a 15 minutos del final ante Osasuna y remontando (2-1) para mantener la iniciativa para ganar el título, en un Wanda Metropolitano vacío pero inundado por los cánticos de los aficionados que se congregaron en el exterior.

“Todo el mundo te lo dice (el sufrimiento) por el lema del Atlético de Madrid, pero no pensaba que tanto”, admitió tras el partido Luis Suárez, peleado durante la primera parte con la mala suerte, el portero Sergio Herrera y el poste, pero definitivo en el minuto 88, cuando culminó la remontada llevando a la red un servicio de Yannick Carrasco.

Parecía que no iba a ser verdad, pero finalmente el uruguayo hizo realidad el augurio de su entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone, que en la víspera bautizó este tipo de partidos como “la zona Suárez”. “Es un momento ideal para un futbolista como él”, dijo el técnico el sábado.

Le dio la razón el charrúa en los últimos instantes, y acabó haciendo suyo el carácter agonístico rojiblanco. “Para ganar la Liga hay que sufrir”, enunció el uruguayo a ‘Movistar LaLiga’ tras el encuentro. Una frase que es puro Atlético de Madrid.

Lo que no cuadraba con la idiosincrasia del conjunto rojiblanco era llevarse el título con una victoria holgada y con la ayuda de un rival, el Athletic, que acabó derrotado por el Real Madrid (0-1) en San Mamés.

Y eso que todo estaba preparado para el título. Incluso la copa de campeón liguero estaba en el Wanda Metropolitano, presta a ser entregada si se daban las circunstancias. Tampoco faltó el ramo de flores del córner derecho del fondo sur del Wanda Metropolitano, depositado por Margarita, la aficionada que instituyó esta tradición hace 25 años, el año del ‘Doblete’ de Liga y Copa.

Pero faltaba algo esencial: la gente. Los aficionados que sí pudieron regresar en algunos campos no podían hacerlo en la Comunidad de Madrid por la situación epidemiológica. Aun así, no fallaron a su cita varios centenares que se colocaron en los márgenes del túnel por el que accede al estadio el autobús.

Es más, un millar de aficionados continuaron animando al equipo rojiblanco desde el exterior del estadio, audibles sus cánticos para los jugadores que se fajaban en el césped.

A fe que respondieron los de rojiblanco. Su salida fue en tromba, pero tropezaron con un muro, nacido hace casi 28 años en Miranda de Ebro (Burgos): Sergio Herrera. Sereno, rápido, mayestático, el portero osasunista se convirtió en la mayor pesadilla de los delanteros rojiblancos.

Sobre todo, de Luis Suárez. El uruguayo estaba inquieto, sabía que era su momento para ser decisivo y estuvo activo desde el principio. Encorsetado en los límites del fuera de juego en los primeros minutos, se llevó con astucia un rechace tras un intento de disparo de Correa para llevarse el balón y plantarse ante el portero: ganó el envite Herrera.

La revancha tardó poco. Apenas un minuto después, el uruguayo se plantó de nuevo ante el portero, que le sacó el balón con el pie, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego. Cuatro minutos después, mismos protagonistas, esta vez situación legal, y mismo resultado: la sacó Herrera, disparó Correa tras el rechace, a los brazos del portero burgalés.

Suárez no cejó en el empeño. Incluso de tacón intentó rematar un centro raso de Mario Hermoso, pero no consiguió contactar el balón de forma suficiente.

Pero su gran ocasión llegó cinco minutos después, en el 22, cuando un magnífico control de Correa en la línea de fondo le permitió servirle un auténtico pase de la muerte. Suárez no golpeó de primeras, esperó, eligió, y su disparo ajustado al primer palo golpeó en el poste. El mismo con el que se encontró Saúl al borde del descanso. No había caso: se fueron al vestuario con 0-0.

MÁS DE LO MISMO

Más de lo mismo en la segunda, aunque con un Atlético menos incisivo. Aun así, llegó a marcar el conjunto rojiblanco. No una, sino dos veces. Ambas anuladas por fuera de juego. El primero, del montenegrino Stefan Savic que remató en fuera de juego la prolongación de cabeza de Saúl a un saque de falta. El segundo, de Carrasco tras un pase al espacio de Correa.

El gol llegó… pero en otro sentido. El croata Ante Budimir aprovechó un magnífico servicio de Rubén García y una desatención del recién incorporado Renan Lodi para rematar de forma inapelable. Lo sacó Jan Oblak, pero el balón había entrado y fue gol. El título se escapaba, incluso la iniciativa, porque el Real Madrid ya ganaba.

“Estamos tranquilos, que el gol va a llegar”, dijo Simeone a los suyos en la pausa de hidratación. Llegó, porque Lodi enmendó su error con una galopada al espacio y un chutazo al que se venció Herrera; y porque Suárez acabó desquitándose marcando su vigésimo gol de la temporada, el más importante y con el máximo sufrimiento. Puro Atlético de Madrid, que volverá a jugarse la Liga en la última jornada, como en el título de 2014. Ganando será campeón.

Para todos aquellos que ven el vaso medio vacío consideran que el resultado del Atlético de Madrid en el Camp Nou ante el Barcelona porque le permite este domingo depender de sí mismo al Real Madrid, pero lo cierto es que es un resultado muy poco habitual para los colchoneros en terreno catalán.

31 años han tenido que pasar para que el conjunto rojiblanco vuelva de jugar contra el Barcelona sin recibir goles. La última vez fue en la temporada 89-90 cuando el Atlético de Madrid se volvió con un 0-2 a favor gracias a los goles de Orejuela y Baltazar. Aquella campaña los colchoneros acabaron cuartos.

Aunque un dato que demuestra lo difícil que ha sido para el Atlético de Madrid regresar del Camp Nou sin goles en contra es que en los últimos 50 años sólo ha logrado una vez más. Fue en la temporada 72-73 y el partido acabó con un empate a cero, igual que en esta ocasión y los rojiblancos acabaron alzando el título de campeón de Liga.

De hecho ha sido la primera vez en toda la temporada que el FC Barcelona finaliza un partido sin marcar goles en su estadio. Y eso que Messi no lo puso nada fácil.

Sin embargo Oblak dejó varias paradas para el recuerdo para salir por primera vez en su carrera inmaculado del Camp Nou. De este modo toma el testigo de Abel Resino que lo logró en la 89-90. Un meta al que seguramente dentro de unas semanas le superará como el portero que más veces ha defendido la meta colchonera. En 303 ocasiones el de Velada y 300 el esloveno.

El Atlético de Madrid sigue siendo líder de LaLiga a falta de tres jornadas para su conclusión después del empate del Real Madrid ante el Sevilla en el Alfredo di Stéfano (2-2), lo que unido al resultado del Camp Nou, deja las cosas como estaban… pero con un partido menos por jugar.

El conjunto rojiblanco es el único que depende de sí mismo para conquistar el título. Es decir, que si gana los tres partidos que restan, será campeón. Los rojiblancos reciben el miércoles a la Real Sociedad a las 22 horas, después jugarán contra Osasuna el domingo, también en el Metropolitano, y cerrarán LaLiga visitando al Valladolid, el domingo 23 de mayo a las 18.30 horas, igual que en la penúltima jornada, ambas con horario unificado.

El Atlético no llegó a perder nunca el liderato este domingo, pues el Real Madrid nunca fue por delante en el marcador frente al Sevilla, que con este empate ,aunque sigue teniendo opciones, ya son mínimas.

Los blancos empataron en el minuto 94 de partido, con un rebote que sorprendió a Bono y que hizo que el Atlético ya no pueda permitirse un solo tropiezo para seguir dependiendo de sí mismo.

La clasificación es la siguiente: el Atlético es líder con 77 puntos, segundo es el Real Madrid con 75, tercero el Barcelona con 74 y cuarto el Sevilla con 71. Con estos resultados, es imposible que LaLiga se resuelva en la próxima jornada.

La capitana del Atlético de Madrid, Amanda Sampedro, es la autora del libro infantil “Campeona” que saldrá a la venta el 5 de mayo.

Según explicó en un comunicado la editorial Espasa, la protagonista del relato es Mandy, una apasionada del fútbol. Juega durante el recreo con sus amigos, pero el profesor de Educación Física tiene grandes planes para ellos y organiza el primer equipo de fútbol sala de prebenjamines del Santa Eulalia, que empieza a entrenar y a competir.

Aunque es un equipo mixto, en él todos son niños, menos Mandy. Ella está cansada de tener que demostrar siempre que puede estar ahí, además de verse obligada a enfrentarse a Rodrigo, el capitán, que, espoleado por su padre, no está dispuesto a que una niña le robe el protagonismo.

La situación empeora cuando el nuevo entrenador sugiere que Mandy no practique un deporte que puede suponerle una lesión. Indignada ante la injusticia, es la propia Mandy la que quiere abandonar, pero sus amigos y sus compañeros de equipo no se lo van a poner tan fácil.

El Atlético de Madrid está de cumpleaños. El suyo. El club rojiblanco festeja este miércoles sus 118 años de existencia desde que un 26 de abril de 1903 un grupo de estudiantes vizcaínos de la Escuela de Ingenieros de Minas que vivían en Madrid se reunía con la idea de formar un club a imagen y semejanza del Athletic de Bilbao.

Una reunión que comenzaría el 25 de abril pero que concluiría ya de madrugada en el 26 de abril, fecha en la que más de un siglo después celebra su aniversario.

El equipo rojiblanco celebra este cumpleaños con una visible preocupación, aunque sea de forma coyuntural. Una semana complicada en la que se dio todo el lío de la Superliga, que dejó tocada la imagen de la entidad tanto hacia el exterior como el interior, porque muchos aficionados colchoneros se han mostrado en desacuerdo con la gestión de este asunto.

Además, en lo deportivo, el Atlético de Madrid está en una situación muy delicada en su pelea por el título de LaLiga. Tras 21 jornadas como líder, el equipo de Simeone puede perder el primer puesto de la tabla si este jueves el Barça gana el partido que tenía aplazado ante el Granada. Algo que parece muy probable.

UN VISTAZO EN PROFUNDIDAD

Más allá de la situación puntual, lo cierto es que pocos dudan de que el actual, es uno de los momentos más brillantes de la historia del Atlético de Madrid. Ha habido décadas importantes, con muchos títulos, como en los 60 ó en los 70, por ejemplo. Pero lo ocurrido desde el 2010 contrasta con lo sucedido a finales de los 90 y en toda la década de 2000. Desde los títulos de la 95-96, Liga y Copa, hasta la Europa League de 2010 que dio inicio a todo esto, sólo un trofeo y uno que no le habría gustado tener que levantar, el de campeón de Segunda división en la 01-02.

A partir de ahí, de la mano de Quique Sánchez Flores y sobre todo de Diego Pablo Simeone, nada menos que nueve títulos, entre ellos tres Europa League, una Copa del Rey o una Liga.

Además, en esta última década se le suman otras cuatro finales, la de Copa del Rey en la 10/11, las dos de la Champions League (2013 y 2015) y la de la Supercopa de España contra el FC Barcelona en 2013 y la Supercopa de España de Arabia Saudí en 2019.

Buenas noticias para Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid. Moussa Dembélé, delantero del equipo colchonero, reapareció este domingo en competición en la victoria por 5-0 contra el Eibar en el estadio Wanda Metropolitano, 26 días después de sufrir un desmayo por una bajada de tensión leve durante un entrenamiento del conjunto rojiblanco, el pasado 23 de marzo.

Desde entonces no había vuelto a jugar un partido el atacante, bajo el seguimiento y el control médico que exigió tal situación, con estudios, pruebas y entrenamientos individualizados hasta su reincorporación al grupo del pasado martes, a las órdenes de Diego Simeone, que le dio la última media hora del duelo de este domingo.

En el minuto 61, con 4-0 en el marcador, entró al terreno de juego en sustitución de Ángel Correa, para disputar su quinto encuentro con el Atlético de Madrid, al que llegó en el pasado mercado de invernal desde el Olympique de Lyon cedido con opción de compra de 33,5 millones de euros al final de la presente temporada.

Ante las bajas de Joao Félix, por un esguince en el tobillo derecho, y Luis Suárez, con una lesión muscular en el gemelo, Simeone recupera un efectivo para el ataque con Moussa Dembélé.